Tarta de queso y chocolate

Ingredientes para un molde de 22 centímetros
Base:
150 gramos de galletitas de chocolate tipo Chocolinas, Oreo o cualquiera de chocolate
75 gramos de manteca
Relleno:
800 gramos de queso crema tipo Philadelfia
150 gramos de azúcar
Vainilla
2 cucharadas de cacao de repostería en polvo
4 huevos
220 gramos de chocolate cobertura derretido y a temperatura ambiente
Cobertura:
Chocolate cobertura 150 gramos
Manteca 50 gramos
Crema de leche 150 gramos

2 huevos batidos
2 cucharadas de queso de rallar
100 gramos de queso muzzarella o alguno que se derrita
Sal
Pimienta Negra molida

Lo primero será preparar la base de nuestra "Choco Cheese Cake". Para ello hay que triturar las
galletas en un cuenco con la mano del mortero. Colocar la mantequilla en un vaso e introducir
en el microondas a máxima potencia durante unos segundos. Volcar sobre la galleta triturada y
mezclar hasta que se integren completamente. Verter esta masa en el interior de un molde
desmontable, que estará engrasado con anterioridad. Repartir sobre toda la base del molde,
prensado hasta conseguir una superficie lisa. Introducir el molde en el congelador mientras se
prepara el relleno de la tarta.
En un bol verter el queso Philadelphia, los huevos, el azúcar, 1 cucharadita de la esencia de vainilla y la nata,
reservando tres o cuatro cucharadas para fundir el chocolate. Batir con la batidora o unas
varillas.
Cortar en onzas el chocolate y colocar en un cuenco o bol apto para microondas. Añadir la nata
que estaba reservada y fundir de 30 segundos, en 30 segundos, en el microondas, removiendo
para evitar que se queme. Sacar el molde del congelador. Vertir poco a poco, y sobre una
cuchara, la mezcla del queso en el interior del molde. Con la ayuda de un tenedor o varillas
esparcir en forma de "hilos" el chocolate fundido por la superficie. Introducir el molde en el
horno, previamente precalentado a 200º, durante 60 minutos a 170º. Cuando pase el tiempo,
semiabrir la puerta del horno y dejar templar la tarta en su interior. Sacar al rato y, cuando esté
fría, desmoldar con la precaución de pasar un cuchillo entre el molde y la tarta para facilitar la
tarea.